Se trata de una condición autoinmune del organismo, esto significa que el sistema de defensa de los celíacos reconocería como «extraño» al gluten, y produciría anticuerpos contra el mismo, provocando inflamación y lesiones en el intestino delgado y dificultando la absorción de nutrientes de los alimentos.
¿Cómo se detecta?
Se estima que aparece con más frecuencia entre miembros de la misma familia y pueden padecerla tanto niños como adultos. Actualmente, la incidencia es mayor en mujeres que en varones.
Dolor abdominal, diarrea crónica, estreñimiento, vómitos y náuseas, anemia, disminución del apetito son algunos de los síntomas que pueden indicar la existencia de celiaquía.
El diagnóstico certero se realiza a través de un análisis de sangre para detectar anticuerpos específicos que indican la existencia de la enfermedad y una endoscopia que permite realizar una biopsia para analizar el tejido del intestino.

¿Cómo es el tratamiento?
El único tratamiento es una dieta estricta y de por vida sin TACC (sin trigo, avena, cebada y centeno). Es aconsejable que el plan de alimentación incluya alimentos naturales como leche, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales sin gluten (arroz y maíz).
¿Cuáles son los desafíos que enfrenta una persona celíaca en su vida cotidiana?
Algo de lo más común como ir al supermercado se convierte en un reto para una persona que tiene celiaquía.
Aprender a leer los ingredientes en las etiquetas de cada producto e identificar aquellos que son aptos para su consumo, y que están señalados con el símbolo, es una tarea esencial a la hora de realizar las compras. Es fundamental tener precaución con los productos industrializados, ya que pueden contener gluten en su composición.
Otro punto importante a tener en cuenta es evitar la contaminación cruzada, que se produce cuando un producto, alimento, utensilio o superficie con gluten entra en contacto con uno sin gluten que va a hacer utilizado por una persona celíaca.
Por esta razón se recomienda disponer de un espacio para almacenar exclusivamente los alimentos especiales sin TACC, usar accesorios de cocina diferentes a la hora de preparar recetas con y sin gluten, no utilizar el mismo aceite para freír ambas preparaciones y limpiar los utensilios y las tablas tras su uso con productos no aptos.
Fuente: Asociación Celíaca Argentina