Amargo o dulce, bien caliente o con jugo y mucho hielo, con café, con leche, con yuyitos, con cascaritas de cítricos. El mate es una bebida que puede prepararse de mil maneras, tiene múltiples propiedades para nuestro organismo y representa un símbolo de unión para nuestra cultura.
Se estima que 8 de cada 10 argentinos consumen mate. Esta bebida es muy popular en nuestro país y en países limítrofes como Uruguay, Paraguay, Brasil y Chile, que lo consideran una bebida arraigada a la tradición y las costumbres históricas.
A través de diversos estudios científicos realizados por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) se comprobó que el mate tiene más beneficios nutricionales de lo que imaginamos.
- Poder antioxidante: posee un alto contenido de polifenoles, que elevan las defensas naturales del organismo y lo protegen contra la destrucción celular, generando un efecto protector contra el cáncer, la aparición de enfermedades cardiovasculares, la reducción del «colesterol malo» (LDL) y los triglicéridos.
- Numerosos minerales: posee más de 10 aminoácidos diferentes, vitaminas B1, B2, Hierro, Magnesio, que interviene en el impulso nervioso y en la relajación muscular, Sodio y Potasio, éste último, un mineral esencial y necesario para el correcto funcionamiento del corazón.
- Es un poderoso estimulante del sistema nervioso central, debido al contenido de xantinas, propio de la yerba mate, es un gran aliado para la concentración y energético natural.
- No obstante, si bien posee muchos beneficios para la salud, no aporta gran cantidad de nutrientes como para reemplazar un desayuno o merienda. Para que el desayuno o la merienda sean completos, debe incluir al menos algún alimento de los grupos básicos como ser lácteos, frutas, cereales y grasas saludables.
- Se recomienda tomarlo amargo para no aumentar el aporte calórico evitando a su vez el consumo innecesario de azúcar, y en el caso que se prefiera dulce, se sugiere el endulzante de origen natural como la stevia.
- No hay que olvidar que si bien el mate como infusión suma, no reemplaza al agua, ya que además tiene un efecto diurético que favorece la eliminación de líquidos por orina y arrastra minerales y electrolitos (Sodio, Potasio, Magnesio) indispensables para el cuerpo.
- Se aconseja consumirlo a una temperatura “no muy caliente”; en el tracto digestivo hay una barrera protectora, la mucosa, y ésta podría dañarse por la irritación debida al calor, la OMS recomienda una temperatura entre 60 a 75°
Esta tradicional bebida puede considerarse como una demostración de valores, es el compañerismo hecho momento, alarga charlas o la promueve, y es la obligación de decir “gracias” al menos una vez al día.