Intentar controlar el peso, realizar todo tipo de tratamientos para adelgazar y no obtener resultados duraderos es una constante que afecta a la mayoría de las personas que quieren tener un cuerpo saludable.
Muchos tratamientos nos dicen lo que “debemos” hacer y nos dan
una serie de indicaciones como si fuera una receta magistral. Pero
el fracaso de estos radica en que buscan “imponer” hacer algo que
muchas veces no encaja con nuestra individualidad.
La tendencia del Mindfulness o atención plena es prestar atención con intención a la experiencia del momento presente (pensamientos, sentimientos y sensaciones físicas) sin juzgar, con curiosidad, apertura y aceptación.
Aplicada a la alimentación y al control de peso, se llama Mindful eating o alimentación consciente y supone abocar esa cualidad de atención al proceso de comer, a identificar y explorar todos los sabores, olores, pensamientos y sensaciones que surgen durante la comida.
Si bien es una nueva corriente que se aplica en diferentes ámbitos de la
salud, su origen se basa en una práctica muy antigua de hace más de 2500 años constituyendo la esencia fundamental de las prácticas de meditación budistas, las cuales durante los últimos 40 años se está integrando a la medicina y psicología occidental.
Su objetivo es hacer un cambio profundo, ya que se trata de un proceso natural y orgánico, de lo más avanzado en curación natural.
¿Qué beneficios otorga el mindful eating como tratamiento?
Se considera una técnica exitosa para adelgazar debido a que:
• Ayuda a tomar conciencia de cómo nuestra relación con la comida se encuentra condicionada por múltiples factores: nuestra historia, el ritmo de vida que llevamos, factores individuales, familiares, sociales y emocionales entre otros.
• Permita sintonizar con nosotros mismos, con nuestros valores, con el verdadero sentido de lo que hacemos y porque.
• Enseñe que el comer, es un verdadero encuentro con el alimento y que no sólo nutrirá nuestro cuerpo sino también nuestro ser.
• Permita aceptarnos tal cual somos, que nos enseñe a querernos, valorarnos y respetarnos cultivando así nuestra autoestima.
Tips para incorporar el mindful eating a la vida cotidiana
• Tomar conciencia de qué comemos, cómo comemos y porqué comemos.
• Darle una respuesta diferente a nuestras necesidades y dejar de comer de forma automática o compulsiva.
• Sintonizar con las sensaciones de nuestro cuerpo permitiéndonos diferenciar el hambre verdadero del hambre emocional, del hambre por aburrimiento, por estrés, por tristeza, enojo, etc. y a buscar alternativas en nuestro interior, no impuestas desde afuera.
• Hacer elecciones más conscientes e intuitivas, mejorando nuestros hábitos y cuidando así nuestro cuerpo.
• Tratarnos con amabilidad y a dejar de sentirnos culpables ante algunos alimentos.