Del 9 al 15 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece la Semana Mundial de Concientización sobre el uso de la Sal. El objetivo principal de esta campaña consiste en enfatizar públicamente la importancia de la reducción del consumo de sodio en alimentos y bebidas, apuntando a disminuir el consumo de sal a 5 gramos diarios por persona.
Reducir el consumo de sodio disminuye el riesgo de hipertensión arterial, infarto, angina de pecho, accidente cerebro vascular (ACV), enfermedades renales y cáncer de estómago, entre otras posibles enfermedades crónicas no transmisibles.

¿DE DÓNDE PROVIENE LA SAL QUE CONSUMIMOS A DIARIO?
- De alimentos o comidas preparadas, embutidos, calditos en cubos, gaseosas, papas fritas, sándwiches, galletitas, etc.
- De alimentos que consumimos a diario, como panificados y pastas secas.
- De agregar sal a los alimentos durante la cocción o a la comida lista antes de probarla.
- De alimentos que contienen sodio entre sus conservantes; muchas veces pueden ser light, aptos para dietéticos e incluso de sabor dulce.
En nuestro país la mayoría de las personas consumen alrededor de 11 gramos de sal diarios, cuando lo recomendado a nivel mundial son 5 gramos por día.
CONSEJOS PARA DISMINUIR EL CONSUMO DE SAL
■ Preparar comidas caseras, de esta manera podemos controlar la cantidad de sal que agregamos.
■ Utilizar alimentos naturales en lugar de conservas o enlatados: carnes, verduras, legumbres y frutas, ya que aportan la cantidad de sal necesaria a nuestras comidas.
■ Leer las etiquetas de los alimentos (información nutricional) y evaluar la cantidad de sodio (Na) que contienen. Al comprar, elegir los alimentos bajos en sodio (menos de 120 mg cada 100 gramos de producto listo para consumir).
■ Limitar el consumo de papas fritas, chizitos, palitos y otros snacks.
■ Al cocinar, reemplazar la sal por hierbas aromáticas (albahaca, tomillo, romero, curry, ajo, salvia, menta); especias (cúrcuma, canela, pimienta) y otros condimentos como vinagre o jugo de limón para resaltar el sabor.
■ En los restaurantes, preguntar si cuentan con alguna opción de menú reducido en sal.
■ Enjuagar los alimentos enlatados o en conserva, como el atún, arvejas, choclo o aceitunas, para retirar parte de la sal
■ Disminuir el consumo de salsas preparadas, mostaza, salmueras, aceitunas.
■ Evitar colocar el salero en la mesa. Esto ayuda a disminuir el hábito de agregar sal a las comidas sin antes probarlas.
«Menos Sal Más Vida» – Ministerio de Salud de la Nación