Caminar…¿para qué?

Columnas de opinión

por Lic. Iliana P. Márquez – Lic. en Fisioterapia y Kinesiología – M.P. N°3821

Sabemos que caminar es beneficioso para la salud, ya que nos posibilita bajar de peso, reducir el estrés y prevenir problemas cardíacos.

Aunque no lo sepamos, todos estos beneficios parten de nuestros eternos olvidados, los pies.

Si vamos al gimnasio, seguramente haremos rutinas de piernas, glúteos, tren superior, pero… ¿alguna vez ejercitamos los pies? Son nuestra base, nuestro cimiento, y sin una buena base, todo se desmorona.

Según la reflexología podal, todo nuestro cuerpo esta representado en la planta de los pies, por ende, al caminar estimulamos cada órgano, músculo y articulación. Se dice que los pies son un segundo «corazón», ya que con cada paso impulsan la sangre, estimulando el retorno venoso, favoreciendo así una óptima circulación.

En la vida, cuando hablamos de crecimiento personal o evolución, habitualmente hacemos referencia a los pies. Decimos frases como «da el primer paso»,»encuentra tu camino» y «un tropezón no es caida».

Los pies nos dan estabilidad, seguridad, lo cual también se representa a nivel emocional. Es que somos un ser íntegro, cuerpo, mente y alma, y cada parte de nuestro ser es influenciable por otra.

¿No es acaso relajante un masaje de pies, o solo sumergirlos en agua tibia? En ellos esta la totalidad de nuestro ser.

¿Como mimarlos?

– Colocarlos en agua tibia con alguna esencia o jabón perfumado.

– Darnos una suave fricción con cualquier crema o aceite antes de dormir.

– Regalarnos un excelente automasaje: hacer rolar una pelota, palo de madera, o en su defecto un tubo de aerosol como los que tenemos en nuestra casa.

– Realizar ejercicios de fortalecimiento como los que se detallan a continuación:

Extraído de Homeopatia y Fisioterapia


Con estos ejercicios no sólo prevenimos lesiones, sino que también obtenemos un pie fortalecido y alcanzamos una mayor propiocepción (percepción de nuestro cuerpo); de esta forma responde mejor ante eventuales torceduras.

Así vemos que con practicas sencillas podemos encaminarnos hacia un bienestar general.