Alimentación y cuarentena: qué comer y qué no para quitar la ansiedad por el aislamiento

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Ir a la cocina, abrir la heladera, cerrarla. Abrir la alacena, cerrarla. Una de las actividades más comunes de esta cuarentena es buscar qué comer sin tener hambre realmente.

Debido al momento que estamos viviendo es normal que tengamos más ansiedad de lo habitual y que nuestros nervios estén a flor de piel. Una buena alimentación puede ayudarnos a mantener un buen estado de ánimo.

QUITAR LA ANSIEDAD POR COMER

Los alimentos sanos nos proporcionan la base nutritiva para que nuestro cerebro pueda fabricar los principales neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y el control de la ansiedad. Por eso, para poder sobrellevar la cuarentena de la mejor manera posible, es fundamental comer bien y apostar por una dieta que contenga ciertos aminoácidos, vitaminas y minerales necesarios para alimentar nuestras emociones.

Cuando estamos nerviosos segregamos más cortisol. Esta hormona favorece el aumento del nivel de glucosa en sangre y provoca que la grasa se acumule en el cuerpo. Por ello, el cortisol se relaciona con la obesidad y la voracidad. ¿La buena noticia? El magnesio, el triptófano y la vitamina C pueden ayudar a frenar este efecto.

MÁS SEROTONINA, POR FAVOR

Se dice que la serotonina es la «hormona de la felicidad». Se trata de un neurotransmisor que interviene en la regulación del estado de ánimo y en la gestión del estrés. Para que las neuronas puedan fabricar serotonina necesitan tener a su alcance un aminoácido llamado triptófano que se obtiene a través de ciertos alimentos, como por ejemplo, leche, bananas, palta, almendras, cerezas, higos, semillas de lino o arroz integral.

BAJAR LA ANSIEDAD CON OMEGA 3

Se ha demostrado que los ácidos grasos también mejoran el ánimo y los síntomas de ansiedad. El omega 3 concretamente es muy necesario ya que parte de la membrana de nuestras neuronas está formada de ácidos grasos y si nuestra alimentación es pobre en ellos, el paso de la información de una neurona a otra quedará limitado. Consumir pescado 3 veces por semana y frutos secos (7 almendras al día) puede ayudar a incorporar estos nutrientes al organismo.

LA TEOBROMINA, UNA AYUDA PARA SONREÍR

El chocolate es uno de los alimentos que solemos escoger cuando estamos tristes. El cacao que contiene ejerce importantes beneficios sobre el ánimo, ya que nos hace segregar más dopamina, pero también porque posee teobromina (100 gramos de cacao proporcionan 450 miligramos), una sustancia ligeramente antidepresiva, de la misma familia que el café, el té o las bebidas con cola, pero cuya llegada al sistema nervioso es más suave y de más larga duración que estas.

También contiene anandamida, que se une a los mismos receptores cerebrales que el principio activo de la marihuana. Todo ello quizás explique por qué resulta tan gratificante comerlo.

Para conseguir este efecto, el chocolate debe contener como mínimo un 70% de cacao. Cuanto más negro sea el chocolate, más triptófano aporta, y menos engorda también, ya que su porcentaje en grasa es más bajo.

Lo aconsejable es comer de 10 a 20 gramos al día, lo que equivale a un máximo de 140 calorías y la mejor hora para consumirlo es después de comer o a media tarde. En personas sensibles, si se toma por la noche puede provocar insomnio.

MAGNESIO, EL MINERAL CON EFECTO RELAJANTE

Además de los beneficios comprobados en la prevención de enfermedades como la artrosis, osteoporosis, tendinitis, rotura de ligamentos, deterioro de la piel, rotura de vasos sanguíneos, caída del cabello y fragilidad de las uñas, diversos estudios han demostrado que seguir una alimentación rica en magnesio también reduce la fabricación de cortisol, evita la ansiedad por comer y combate el cansancio.

VITAMINA C, ESENCIAL PARA SENTIRTE BIEN

La vitamina C es un nutriente fundamental para que el organismo produzca serotonina. Nuestro cuerpo no la genera por sí mismo, por lo que hay que obtenerla de alimentos como kiwis, naranjas, mandarinas, limones, frutos rojos. Pero además, en momentos de estrés o ansiedad, hay que aumentar su consumo ya que la adrenalina que generamos al estar nerviosos consume mucha vitamina C y hay menos disponible para generar serotonina.

LO QUE HAY QUE EVITAR

  • El azúcar provoca más hambre: el azúcar estimula la producción de endorfinas, las “moléculas del placer”, lo que genera bienestar. Si bien nos proporciona una sensación agradable instantánea porque pasa rápidamente a la sangre, enseguida se transformará en un bajón
    que genera sensación de hambre.
  • Productos panificados: si habitualmente consumís productos de panificación y comidas rápidas es probable que presentes un déficit de vitamina B1 (tiamina), por lo que tu ansiedad podría ser mayor. En lugar de consumir ese tipo de alimentos se sugiere comer cereales integrales, frutos secos, pistachos, maíz, avellanas, pan integral o legumbres.
  • Los precocinados despiertan la voracidad: Abusar de ellos puede generar una carencia de vitaminas y minerales, lo que se traduce en un bajo estado de ánimo. Las comidas rápidas hacen que las hormonas de la saciedad del estómago no lleguen a avisar suficientemente rápido al cerebro sobre su estado.

Fuente: Saber Vivir y RBA Revistas